El pintor dedica al Ayuntamiento con un cuadro de su colección
Centro Cultural Tamara Rojo.
Salón de actos.
Concejalía de Cultura
El pasado mes de Abril, la Sala de exposiciones del Centro Cultural Tamara Rojo se vistió de gala para celebrar el acto de nombramiento del espacio expositivo con el nombre del artista y vecino de Villanueva del Pardillo, Ángel Orcajo. Tras el acto, a cargo del Alcalde, Eduardo Fernández, y la Concejal de Cultura, Azulema Mingarro, se inauguró la muestra "Imágenes para la reflexión". Una exposición que recogió obras del artista. Pinturas que sin duda muestran la seña de identidad del artista. Trabajos singulares de este artista que "necesita crear y reinventarse a cada paso para poder seguir respirando". Para la selección de las obras y el recorrido expositivo se contó con la participación del propio artista y de su hijo Pablo Orcajo.
Unos meses después, y en agradecimiento a la Concejalía de Cultura y al Ayuntamiento de Villanueva del Pardillo, por el nombramiento de la Sala de exposiciones con su nombre, el artista ha querido obsequiarnos con una de sus obras "La mirada dolida" que se ha instalado a la entrada del Salón de Actos del Centro Cultural Tamara Rojo. Una obra de técnica mixta y de tamaño 306 x 122 cm., característica de Orcajo por el empleo de tablero de madera de gran formato que sigue la silueta de una figura de acentuado contorno, utilizando la técnica mixta con esmaltes sintéticos y dibujos sprays "para dar mayor brillantez a determinadas partes".
En palabras de la Concejal de Cultura, Azulema Mingarro, “Hablar de Orcajo es hablar del Centro Cultural Tamara Rojo, y no podía ser de otra forma que nuestra sala de exposiciones pasara a denominarse con su nombre y que nos perteneciera un poquito de él. Gracias por tu obra que con tanto cariño ocupa ya su espacio en nuestro Salón de actos. Villanueva del Pardillo disfrutará y conocerá, un poquito más de tí, si cabe”.
Madrileño de nacimiento y afincado en nuestro municipio, Orcajo es un artista reflexivo, apasionado y fiel a su propio dictado y a sus arraigados principios ideológicos. En sus obras le interesa hacer pensar al espectador acerca de cómo es el desastre, llegar a la conciencia de éste a través de la luminosidad de sus obras. Para él, la emoción en la pintura es algo primordial. Sus propuestas son impactantes, de ahí que plasme en sus cuadros una visión del mundo tal y como él la entiende, algo pesimista, y muy deshumanizada a la que hay que deconstruir.
Orcajo construye y deshace a su antojo la realidad. Através de la pintura, pretende escapar de la oscuridad, del caos en el que está sumido el mundo, y acaba paradójicamente colmando su obra de una luz y belleza sublime, que hace vislumbrar un horizonte más claro y esperanzado.
